UN RIO LLAMADO GUABINAS

Información facilitada por Luis Eduardo Martínez

Escrita por Margarita Escobar

Imágenes de Fredy Ardila Abadía 1.982

A comienzos del año de 1982 y en plena Semana Santa, un grupo de intrépidos bugalagrandeños, pertenecientes al GRUPO ECOLÓGICO DE BUGALAGRANDE y preocupados en aquel  entonces por la disminución progresiva  del caudal de su rio tutelar y el estado de su cuenca,  se dieron  a la tarea de buscar,  por sus propios medios, un diagnóstico con en el que pudieran determinar y  trabajar para el mejoramiento de  estos problemas, fueron ellos: Luis Eduardo Martínez, Henry González y Germán Escobar Berón  acompañados también por Freddy Ardila Abadía y Hoover Valencia.

Es así que el 20 de Marzo de ese año parten desde Bugalagrande en un camión lechero que saldría desde la Factoría de Cicolac, hoy Nestlé de Colombia,  rumbo a Barragán donde posiblemente encontrarían  el nacimiento en la laguna de las Mellizas, paramo de la Hermosas entre limites del Valle y del Tolima, lugar donde estas imágenes fueron captadas por el lente de Freddy Ardila Abadía. 

Se aprecia en la imagen el cause o nacimiento del nuestro rio (derecha), despues de estar depositadas sus aguas en una de las laguanas de las mellizas.
Se aprecia en la imagen el cause o nacimiento del nuestro rio (derecha), despues de estar depositadas sus aguas en una de las laguanas de las mellizas.

 

Una vez hallado, su ruta era recorrer su cauce hasta llegar al pueblo lugar de partida;  dada la imposibilidad de adecuarse a un clima agreste, la falta de equipos especializados,  un ambiente hostil  y de un relieve empinado, fueron circunstancias que hicieron  que para algunos de  sus  integrantes estuvieran  casi que imposibilitados y diezmados  para concluir tan delicada faena; es así que deciden realizar el reconocimiento desde varios flancos, con personal que se distribuiría de la siguiente manera:  uno desde San Rafael hasta Bugalagrande y el otro desde Bugalagrande hasta la desembocadura en el rio Cauca.

 Se podría resumir en pocas palabras que la deforestación, la explotación minera sin control,  el desvío de casi más del 70 por ciento de su caudal hacia las zonas agrícolas, la contaminación de su cauce, la ausencia de políticas  publicas y privadas para la conservación y mantenimiento de sus riberas, no  han diferenciado  en nada la realidad que vive hoy nuestro rio, pues  según el dictamen de nuestro Grupo Ecológico,  de aquel entonces,  que  condena  al otrora majestuoso rio de guabinas, San Juanes Ahogados y jornadas de baño y clavado, en esta condición  que hoy nos deprime y acongoja  con mucha tristeza los  paupérrimos hilillos de agua que pasan por debajo de  nuestros  puentes.

 

Abril 2010